Atributo: Dios ser supremo.
Planeta: Venus.
Coro Angélico: Virtudes.
Sefiráh: Netzaj.
Horario de regencia: de 20:20 a 20:40 horas.
Días
de regencia: 7 de marzo, 19 de mayo, 30 de julio, 13 de octubre, 25 de diciembre
¿Para qué se le invoca?
·
Poner en evidenciar verdades ocultas.
·
Favorecer la comprensión y el entendimiento entre cónyuges.
·
Abandonar los placeres mundanos por los trascendentes.
·
Obtener sabiduría.
·
Apaciguar la violencia del mundo.
Los nacidos bajo su regencia
El que nace bajo esta regencia amará la tranquilidad, la nobleza
de carácter y la solidez de actitudes. Cumplirá fielmente todos los deberes y
obligaciones para consigo, su familia y la comunidad. Le gustará practicar
deportes. Es evolucionado espiritualmente. Sabe aprovechar su energía para su
propio crecimiento o el bien de la humanidad. Pensará más en los otros que en
sí mismo. Desde pequeño demostrará seguridad en todos sus actos dominando sus
ansiedades. Es un líder nato, tiene capacidad de improvisación y aprecia los
desafíos. Es táctico y busca siempre la victoria inmediata, ganando casi todas
las batallas. Será fuerte para soportar las situaciones que son adversas a su
estructura emocional y sabe que para conseguir sus objetivos debe actuar con
constancia. Lucha por una imagen digna, transparente y verdadera. A las
personas que conoce en innumerables viajes de placer o trabajo las considera
como experiencias que enriquecen su mundo interno.
Cita bíblica
Mira, Señor, cuánto
amo tus preceptos;
conforme a tu gran
amor, dame vida.
Salmo 119:159
Iah-hel: “el por qué”
Los padres de Iah-hel no acababan de ponerse de acuerdo y
discutían violentamente sin importarles lo más mínimo los sentimientos de su
hijo, que estaba oyendo aquella desafortunada conversación.
– No podemos gastar más dinero en la operación, es una locura.
Quedaremos en la ruina y ya sabes las esperanzas que el medico nos da. Ni tan
siquiera nos asegura que con la intervención se cure.
Eran las palabras de su madre que parecía estar más interesada
en la cuenta corriente que en la salud de su hijo.
– A veces creo que estoy casado con un monstruo. ¿Cómo
puedes hablar de dinero cuando tu hijo va perder la vista? –le contesto muy
alterado su esposo -.
Mientras que esta escena seguía su curso, Iah-hel sufría
desconsolado. Se sentía culpable de que sus padres se pelearan y aquel
sentimiento le llevo a abandonar su hogar, pero estaba ciego y lo único que
consiguió fue agravar aún más su estado, pues en su huida tropezó, con la mala
fortuna de que en su caída se golpeó la cabeza.
Sus padres al oír un fuerte golpe acudieron y le encontraron
desplomado y sin conocimiento en el suelo. Recordaron la advertencia del médico,
no debía hacer movimientos bruscos, pues ello podría poner en peligro la
operación.
Mientras que le socorrían, siguieron discutiendo y decidieron
que si le ocurría algo al niño, se separarían para siempre.
Los médicos hicieron todo cuanto estaba en sus manos. Tan solo
les quedaba esperar unos días para conocer los resultados.
Iah-hel se había restablecido rápidamente de la operación. Su
mente estaba aturdida y no era por causa del golpe, sino por las preocupaciones
que le causaban sus padres.
Era un chico muy inteligente y en el colegio había conseguido
ganar la admiración de sus compañeros y el respeto de los profesores. Su afán
de saber era contagioso y siempre estaba investigando y preguntado el porqué de
las cosas. Era tanta su afición por preguntar que le pusieron amistosamente el
mote de él “¿por qué?” Aquello no le molestaba, pues era muy modesto y nunca
pretendió ser mejor que los demás.
Ahora, no podía ver, no podía leer, pero aquello no impedía que
su afán de saber aumentara.
Cierto día, estando despierto, Iah-hel tuvo una experiencia maravillosa.
Sin saber cómo, ni porque, la oscuridad exterior desapareció y todo se llenó de
luz. Noto al instante que su cuerpo flotaba y parecía volar. De repente se
produjo una explosión de luz y sus ojos evidenciaron un mundo de vida diferente
al que conocía. Allí los seres se vestían con ropajes de energía de diferentes
colores.
Cuando más maravillado estaba contemplando ese espectáculo,
alguien vino a interrumpir su visión.
– ¿Hermoso verdad? Ven acompáñame, te ensenaré algo -le hablo
aquel personaje de una luminosidad azulada -.
– ¿Dónde estoy señor? -pregunto Iah-hel -.
– Estas en el Mundo de las Creaciones. En el habitamos mientras
dormimos y cuando agotamos las experiencias con el cuerpo físico y decidimos
abandonarlo -le dijo -.
– Entonces ¿estoy dormido o estoy muerto? -pregunto de nuevo el
joven -.
– Ni lo uno, ni lo otro. Has entrado en un estado de paz interna
que te da derecho a ser habitante consciente de este mundo -explicó aquel ser
luminoso -. Pero ven y observa.
Iah-hel contemplo a sus padres que estaban enfadados y a punto
de divorciarse. Comprendió que debía evitarlo y ese deseo le hizo retornar de
nuevo al cuerpo físico.
Apenas si se había dado cuenta que podía ver. Era más importante
para el encontrar a sus padres y evitar su separación.
Llego a tiempo, aún no habían firmado los documentos que les
separaría definitivamente. Al verle, ambos sintieron que su corazón se conmovía
por aquel milagro. Aquello fue suficiente para unirlos de nuevo.
Iah-hel pidió a sus padres que buscaran un lugar tranquilo en el
campo donde poder recuperarse. Allí tendría la oportunidad de buscar de nuevo a
ese ser luminoso. Tenía tantas cosas que preguntarle, por algo le apodaron “el por
qué”.
Fin.